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jueves, 23 de diciembre de 2010

Mi condena

Yo sabia que la vida me castigaría por eso con creces; lo sabia una noche se lo dije a uno de mis mejores amigos, porque yo estaba haciendo algo terrible que era meterme en medio de una relación.
De nada vale decir ni contar ni gritar a los cuatro vientos, que yo solo quería ser el pañuelo de sus lagrimas y que entre mis brazos se sintiera segura de sus miedos.
Pero no por esto quiero que sea menor el castigo ni quiero ni siquiera la absolución pido desde mi celda. Es mas te pido que me fustigues con ira hasta dejarme sin lagrimas, que me arañes el alma con un cristal como haces siempre en tus castigos.
Aquí te espero vida de rodilla, esperando a que venga verdugo con la cara tapada y el alma desnuda para que me azotes a quemarropa. Aquí me tienes venga empieza ya atado de pies y mano por si no fue suficiente la condena que ella me hizo cumplir.
Venga empieza ya no repares en nada lléname de veneno la sangre, córtame las alas, llena de oscuridad mis sueños, quítame el escudo, haz que mi vida se vuelva a derrumbar, arrodíllame para humillarme.
Júzgame con la peor de las condenas por ser un vulgar ladrón por robar besos y abrazos, por soñar con ser feliz a su lado.
Castígame te lo pido ensáñate conmigo que no me arrepiento a pesar del castigo.

martes, 21 de diciembre de 2010

Verano

Mientras el del tiempo de Antena 3 a las siete de la mañana de este viernes anuncia un fin de semana lleno de agua y nieve, aquí estoy yo, en el bar de mi padre recordando con una sonrisa el verano. Pero no el verano en general, sino mi verano de 2010.
Hasta este año, mi verano referencia había sido el verano del 2001. Ese verano salí todos los días al centro a pasear con mis amigos. Pero este verano ha sido el mejor hasta el momento.
No sé si empezar hablando de las playas diferentes que he ido: Santa María y la Victoria de Cádiz, la Barrosa de Chiclana, Isla Cristina, la Antilla....
O quizás sea mejor empezar hablando de cuando España pasó a la final del mundial. Creo que no me he reído tanto en mi vida hasta ese día: entre tequilas, legendario, un juego de cartas que todavía no me he enterado como se juega y que acabó con una increíble guerra de agua con la manguera de casa de mi tía.
O quizás tenga que hablar de los mosquitos de Chiclana y como atacan sin piedad, de Vejer de la Frontera y su espectacular geografía urbana o de que el mismo día el Gabri nos coló en la piscina con el agua más fría de la vía Láctea.
O siguiendo en la misma provincia, tenga que empezar hablar del Carmen de Cádiz y el del Puerto.
O del día de Granada, del de San Antonio, de la tarde que fuimos a Cádiz para comprar camisetas en el paseo marítimo (con corteo de la APV incluido).
Pero lo que seguro que no puede faltar en este libro de rutas del verano es de la piscina, o mejor dicho, los SABADOS EN LA PISCINA. Entre serranitos y la duda de qué es un chapapote. Marcando tendencia con las gafas en la piscina como si estuviéramos en Ibiza. De cantimploras, de juegos de mesa, de intentar entrar con entradas de otros años, de acabar reventado hasta no poder má.
Y como no voy hablar aquí del día de la barbacoa, de la mejor barbacoa de la historia por el momento, Todos sabíamos a la hora que empezó, pero nadie podía imaginar que acabaría a la hora que acabó. Sólo sé que las expectativas se cumplieron con creces entre el gran himno compuesto por Antonio Hidalgo, el gran Sabater y su baile de la pala (con su llave matarile rile ro), don Gonzalo y sus clases de Sevillanas con su look metrosexual de baño...
Y si llega el verano, no pueden faltar en Agosto sus pachangas veraniegas, con su claranga en la cervecería Triana y el frío del Burger King. Creo que ahora mismo en el bar de mi padre que marca 11 grados hace más calor que allí dentro, con su coca cola de insomnes.
Tengo que hablar también de los miércoles de cien montaditos o del patio San Eloy, del pecado carnal, del bilio, del akhela, del coco en casa Diego, de las flores de Cádiz, de la caipirinha, de los helados de menta y palmera de chocolate, del Junior, de asomarme de nuevo al mirador de San Nicolás, del bar Afición, de la Riviera, de la CASSATA de los italianos de la gran vía en Granada, de una noche de cucuruchos en el Raya, de la yogurteria, de los chupitos de tequila y piruleta del futbolín, de gominotas traídas de Ámsterdam, de mirar al mar por las noches, de la oficina del Gonzalo y mi solo de corneta entre videos cofrades y pizzas. Que por fin vi. la pastora de San Fernando y que hay gente que cuando va a los chinos se come la servilleta. Y como no, de que España ganó el mundial. Yo que creía que eso solo pasaba en el FIFA y en el Pro.
Este verano por pasarme cosas me ha quitado hasta la guardia civil dos puntos y la misma tarde estuvo apunto de detenerme la nacional simplemente por pasar por una calle donde se lío una que no veas, ¿verdad Ale?. Y para colmo la misma tarde nos elimino el Braga.
Un verano donde eché muchísimas horas a pleno sol, detrás del estadio olímpico para el concierto de AC-DC, que estuve trabajando en el pladur de nuevo y que en una obra teníamos que entrar por el tejado.
Un verano que empezó como un sueño y como todos los sueños hay un momento en que suena el despertador y vuelves a la realidad, aunque mientras soñaba olvidé muchas cosas que no me dejaban seguir adelante Donde volví a enamorarme, a soñar y a llorar por amor.
Sé que cuando acabe de escribir esto, me dejaré muchas cosas en el tintero, como el Comunio, la camiseta de Brasil con la E, que mis amigos vinieron a verme antes de irme a trabajar después de una noche de fiesta, del colchón del balcón de Gloria y de lo bien que se duerme, que el día de la barbacoa en casa de mi prima no perdí casi nunca en el tabú y eso que cambié de pareja...
Antes de terminar quiero agradeceros a todos los que habéis compartido este verano conmigo: por hacerme reír, soñar, enamorarme, traicionarme, llorar, aguantarme, comprenderme o no, cabrearme, emborracharme, hundido en la piscina, metido un gol, fingido un penalti. Por hacer sonar los tambores de guerra, por beberse la botella de legendario que compre sin que yo llegara a probarla, muchas gracias porque gracias a ustedes siempre que recuerdo esto se me escapa una sonrisa.
Sólo espero que en el 2011, cuando estemos en la orilla de la piscina con las gafas puestas y nuestras cantimploras, en el Salvador, en las gradas del San Eloy o en el Burger King después de una pachanga veraniega, pensemos eso de que el verano de 2011 le esta dando mil vueltas al del 2010. Muchas gracias por hacerme sentir vivo.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Hasta mañana

Siempre a la misma hora pasar por esa esquina. Te veo pasar a lo lejos mientras sonrío y iluminas mi mundo es curioso tu iluminas mi mundo yo en el tuyo ni siquiera existo. Mientras intento adivinar tu nombre o a que te dedicas, a veces me imagino que eres algo mas que una desconocida que pasa todos los días delante mía. Entonces me repito eso de base llamando a tierra me recibe cambio. Y entonces vuelvo a la realidad entre castillos en el aire, susurro bajito un hasta mañana.