Cuando eres pequeño te da miedo
alguna calle oscura, que te cojan el último
a la hora de hacer los equipos de futbol,
o tienes miedo de que la escusa de que porque llegaste tarde no sea
demasiado creíble. O que tus abuelos mueran, Cuando vas creciendo tienes miedo de que la
chica que te guste no te hable en clase o de suspender el examen de matemáticas.
Sigues creciendo y con el tus miedos como por ejemplo volver a suspender el practico
o que tu pareja te deje, o que los amigos de siempre y tu ya no seáis los
mismos. Otro día tienes miedo de que no te cojan en el trabajo y si te cogen en
el trabajo tienes miedo a quedarte en el paro. A quedarte otro fin de semana
sin salir, tienes miedo de que tus labios no besen otros labios, que nadie te
diga te quiero, a que en tu cartilla del paro no quepan mas sellos que ponerle.
Me levanto a media noche porque he soñado contigo y me entra miedo de no poder
olvidarte de pensar de que contigo toque techo. A veces cuando vuelves del
curso tienes miedo de que este tampoco sea el camino correcto de que si no
estas perdiendo el tiempo en el gimnasio. Y entonces comprendes que el miedo al
fracaso a fallar a no estar a la altura a no saber si este camino es el
correcto el miedo de enamorarnos de olvidar de seguir adelante, comprendes que el miedo también te hace sentir vivo y entonces te
entra un miedo nuevo, que es el miedo a no tener miedo porque descubres que el día
que no tengas miedos será el mismo día que estará todo perdido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario