Aun recuerdo aquella madrugada cada
vez que paso por ese hospital, recuerdo que llovía a mares que tu habitación estaba
a la izquierda y recuerdo todavía la impresión que me dio verte allí envuelta
en un sueño eterno, fue tanta la impresión que era incapaz de llorar no me lo podía
creer no me lo quería creer. Te repito lo de siempre fue un placer conocerte,
compartir una pequeña porción de nuestras vidas. Siempre estarás en mi corazón
y tu nombre grabado a fuego en mi alma por mas que pasen los años siempre estarás presente en mi vida . Un beso, mi cariño, mi amistad y mis
respetos.
Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida. Pablo Neruda
No hay comentarios:
Publicar un comentario