Como cada lunes y cada miércoles la espero en la misma
esquina, sin parar de mirar el reloj imaginando lo guapa que vendrás, cierro
mis ojos y me imagino tu sonrisa y el alma se me ilumina… pero pasan las horas
como se pasó aquel verano… y despacito como aquel que carga su cruz va andando
despacito de la mano de la soledad y hablo con aquellas calles que guardaron
nuestros besos y nuestros te quieros… sé que no te fijaste nunca pero no hubo
ni un portal de esa calle donde no te besara, pero que estúpido miro cada
portal con la esperanza de que el reflejo me devolviera aquella imagen nuestra.
Si pudiera ver mis ojos estos días quizás te quedaras para no volverte a ir. Y
en esa esquina como cada lunes y cada miércoles mirare mi reloj esperando por
si vienes sabiendo que no volverás…
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