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domingo, 23 de mayo de 2010

Junto al puente de Barcas

A la orillita del río Guadalquivir hace muchos años cuentan las estrellas. Que junto al puente de barcas un Gitano lloraba su desventura con una gitana que vendía claveles en el altozano. Ella era de la cava de los gitanos el de Sevilla de al lado de la catedral.
Una mañana paseando por Triana al cruzar el puente con ella se encontró y con su voz flamenca que pregonaba claveles. En ese momento se paro en seco y recordó aquella vieja historia que le contaba su abuelo de sirenas de dulce voz que volvían loco a los marineros en medio del ancho mar.
.- Anda niño cómprame un clavel y se lo regalas a una niña guapa de Triana, para que se enamore de ti. Le dijo ella con su voz flamenca.
El busco en su bolsillo unas monedas, se las dio le compro el clavel y a continuación se lo volvió a dar.
.- Toma Gitana para ver si te enamoras de mi. Le dijo el
A la mañana siguiente la luz del alba descubrió a los dos a la orillita del río que parte la ciudad en dos, cuando la besaba sentía como su pobre corazón canastero, latía tan deprisa que parecía que se le iba a salir de la manera que le palpitaba, ella tenia que irse de viaje pero pronto muy pronto volvería a Triana, tenia que ir a una boda a Granada al Sacromonte pero en menos de una semana estaría de vuelta.
Todas las noches desde aquel día, le contaba a las estrellas que se posaban en el cielo de la ciudad más hermosa del mundo todo lo que sentía por ella, que estaba deseando que viniera de aquel viaje que había echo con su familia para volver a verla.
Pero una noche paseando a la luz de la luna, la luna le miro y le dijo que su amor era imposible que dejara de soñar de una vez y que despertara entonces, con el corazón echo añicos fue corriendo a la Giralda y medio llorando con su voz temblorosa escucho como le dijo el Giradillo
-. No, la sigas esperando que en el Sacromonte ella, con otro se ha casado.
Entonce salio corriendo por el Arenal, hacia el puente que une la ciudad y se tiro al suelo roto de dolor y mirando las estrellas, maldijo a Triana y a la cava,a la gitana y sus claveles.
En medio de la noche grito su nombre pero el llanto lo callaba, derramo una a una sus lagrimas en cada tablón del puente de barcas, cuentan las estrellas que hasta se estremecían al oír su llanto.

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