La verdad que se poco de la vida, quizás por eso haya cosas
que aun no pueda explicar el porqué de las cosas. A veces piensas bueno la vida
es así no es cuestión de comprender las cosas ni de buscarles un porque son así
y eso es lo que hay. Lo que intento siempre es ir de frente aunque la vida a
veces se empeñe en darnos golpes para desviarnos del camino dicen que para hacernos más fuerte yo
simplemente pienso que es lo que hay una vez más. Durante ese camino que es la
vida uno conoce a personas que tienen las
mismas heridas que tú en el alma o personas con las que coincides como un gran puzle,
sin importar sexo, religión, lugar y edad. A ti te conocí siendo yo uno de los
hijos de la victoria mientras tú eras un comendador mas, paso el tiempo y nos
volvimos a encontrar y ya no era un hijo
de la novia del realejo y pase a hacer un marinero del Rosario de esa que
aunque muchos se empeñen en estúpidas rivalidades es Amargura en Santiago y Misericordia
en el infinito campo del príncipe. Sabes eres de esas personas que te sacan una
sonrisa de esas personas que te preocupaban que te daban esperanza en esta estúpida
locura que a veces es la vida cuando a las personas como tú la vida le guiñaba
el ojo y piensas que la vida era un poco
más justa entonces. Hasta llegamos hacer comunes nuestros enemigos. Pero bueno
a veces la vida es caprichosa y la gente que un día fue desconocida para luego hacértela
amigas o compañeros de travesía por lo que sea decide separar los caminos de
personas que consideras importantes o validas. Aunque no llegues a comprender
esta situación, aunque como ya dije la vida no hay que comprenderlas hay que
aceptarla y asimilarla. Quizás haya sido mi culpa o quizás haya sido tuya o quizás
de los dos, o quizás ni tu ni yo sabemos cómo
llegamos a esta situación. Solo quiero que sepas que con la única niña
que sueño con coger de la mano por Granada es a la niña del Triunfo cuando ese
domingo que tu y yo soñamos y si Alberto
Ortega me lo permite me agarre al zanco izquierdo de la niña de los Vergeles y
como en tantos ensayos apretare fuerte el zanco izquierdo como el que coje de
la manita a la niña del Triunfo aquella que la gente llama por Santo Domingo del Rosario y por Santiago de la
Amargura. Es curioso otra niña de blanco y otra vez tu y yo dos desconocidos.
Antes de despedirme solo espero que te vaya bien y espero que algún dia me
puedas perdonar si crees que te hice daño, porque seguro que fue sin intención .
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