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sábado, 3 de octubre de 2009

Mi Abuelo

Creo que la vida a veces es terriblemente injusta con algunas personas y parece que se ensaña con algunas de ellas. Os voy a poner un ejemplo mi abuelo. Cuando aun era joven enterró a su mujer cuando el mayor de sus hijos tendría seis o siete años y el mas pequeño no se si llegaría a tener un año. Pues eso siendo joven con ayuda de su madre se tuvo que hacer cargo de seis hijos a pesar de eso no perdió nunca el buen humor y siempre estaba gastando bromas a la gente. No es porque fuera mi abuelo pero era una de las mejores personas que conocí de esas que a pesar de que la vida le diera la espalda el seguía pensando que era mejor sonreír que hundirse. Lo mismo íbamos a comprar churros y compraba churros para alguien de su bloque o patatas o una coca cola para alguien que estuviera peor que el. Cuando parecía que no abría nada peor que enterrar a su mujer tuvo que enterrar a un hijo cuando mi tío tenía apenas cuarenta años (murió un cinco de enero y lo enterramos un día seis de enero. Ese año los Reyes en vez de traernos algo se llevaron a mi tío, quizás fue el regalo de reyes que su madre pidió desde el cielo), y ni un así perdió la sonrisa ni el buen humor ni las ganas de ayudar a la gente. Es curioso en su ultimo año de vida tuve la suerte de vivir con el casi tres meses, y fuera la hora a la que fuera de venir de trabajar, entones yo trabajaba montando conciertos, lo mismo eran las diez de la noche o a las tres de la mañana incluso a la nueve de la mañana después de mas de veinticuatro horas de trabajo. Pero allí que se levantaba por si quería que le hiciera de comer o me dejaba un bocadillo o si iba a Granada siempre me quería hacer un bocadillo para el camino y me contaba siempre la misma anécdota que en el paseo del salón había una fuente y bebió agua allí y se llevo malo mas de dos semanas de la garganta. Ese mismo año después del día de navidad mi abuelo murió asfixiado mientras decían los gilipollas de una ambulancia que no entraban en las tres mil viviendas mientras no hubiera policía……… no lo entiendo sabéis por mucho que me digan que si las tres mil viviendas que si es normal como va ser normal que alguien se este muriendo y una ambulancia no quiera entrar Del hospital a casa de mi abuelo en coche quizás no hay mas de cinco minutos, la ambulancia tardo en llegar una hora y media. Ese día entendí que Dios no o existe o que a veces parece que no esta. El entierro fue un día antes del día de los inocentes pero esta vez no era una broma de las suyas. Sabéis en el entierro no había nadie de toda la gente que ayudaba a subir las bolsas del bloque aunque el se asfixiara, o la joven de arriba que un día fue niña y de arriba que tantas veces le traía churro porque su madre no tenia dinero o una coca cola o patatas o su vecina a la que tantas veces comparo chuchería no tuvieron ni la vergüenza de ir ni al entierro ni al tanatorio hasta el después de irte sigo pensando que la vida fue terriblemente injusta. Muchas veces cuando veo a tu casa aun espero verte mirando por la ventana saludando a unos a otros. O afeitándote con esa espuma de afeitar tan rara que era una especie de barra que se ponía con una brocha, o que nos des cinco pelotes (las monedas de veinticinco pesetas esas grandes que tenían dos balones porque era del mundial del 82). O sueño con poder ponerme aquella equitación del Sevilla que nos compraste en casa de la Chari. Esa equitación sin marca pero sabes viendo quien me la compro para mi a sido la mejor que e tenido en mi vida……………… Sabes abuelo te echo de menos y quiero que sepas que estés donde este te quiero.

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