
Recuerdo aquel polo verde de mangas largas con un ciervo bordado, tenía yo 10
años cuando me lo compro mi madre en el Corte Ingles de la Plaza del Duque,
cuando los deportes estaban en donde hoy venden los discos. No sé porque pero
ese polo me gustaba especialmente sin saber muy bien porque ni lo que
significaba aquel ciervo bordado. Diecisiete años después me compre una
camiseta de Rugby del mismo color, con el mismo ciervo pintado y volví a tener
aquella extraña sensación me gustaba ponérmela y mirarme en el espejo, salir a
la calle con ella que la gente me viera con ella. Al principio de esta semana
en Utrera en un campo de césped y barro mucho barro y un oval de rugby. El oval en un momento llego a mis manos lo apreté contra mi pecho y
antes de soltarlo volví a tener aquella sensación
que tuve hace diecinueve años en aquel probador del Corte Ingles y entonces solo entonces empecé a comprenderlo todo. Ese día
sin saberlo un virus llamado rugby empezó a contagiarme.
espero amigo, que esta no sea la primera camiseta de este tipo que adquieres y que no sea el primer balon que recibes.
ResponderEliminarun cordial saludo.
de quijotes y rugby