Fue en una tarde de este año que acaba de empezar, el centro
es un hormiguero de gente en busca de regalos.
La calle San pablo se hace mar donde desemboca Reyes católicos y nacen y
muere Gravina y la calle Zaragoza. Seguramente nadie se dio cuenta de que hubo
un momento en la que tu mirada y la mía se cruzo en una fracción de segundo y
me sonreíste, como aquella tarde en esa calle tan fea donde te conocí... Llenando mi alma y vaciándola haciéndola florecer
y marchitar. Vuelvo al mes de enero y me agarro a una bici aparcada para no
caerme del vértigo, y no sé si reír o llorar. La gente siguió comprando, la luz
de la tarde de enero jugaba en cada esquina con Sevilla y su catedral gótica y
mi cabeza……… mi cabeza se fue en búsqueda de mi corazón que seguía allí donde
siempre en el fondo de tu mirada verde.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Feliz año amigo Jose, te deseo lo mejor para este año que comienza. Un abrazo
ResponderEliminar